¡Hola, buenos días! Este lunes hemos de prepararnos bien porque empieza una semana de alto voltaje.

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Las turbulencias más intensas se localizan en Oriente Próximo: el ataque por sorpresa de EE UU a Irán ha disparado la tensión mundial y se espera con preocupación la respuesta del régimen de los ayatolás. También habrá que ver la reacción de Trump al desafío de Pedro Sánchez en la OTAN: España se ha plantado ante la exigencia de EE UU de elevar hasta el 5% del PIB el gasto en defensa. De momento ha logrado quedar fuera del compromiso. Un respiro para Sánchez, que afronta una semana de nuevas pesquisas sobre el caso Cerdán. José Luis Ábalos y Koldo García van hoy a declarar al Supremo y pueden acabar en la cárcel. Para esta semana está prevista también la sentencia del Tribunal Constitucional sobre la amnistía.

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Mucha intensidad informativa en medio de una ola de calor que nos está achicharrando. 

Después de anunciar que se daba dos semanas para tomar una decisión, Donald Trump atacó por sorpresa a Irán el sábado y nos situó de nuevo al borde del abismo. Lo hizo con la Operación Martillo: 125 aviones desplegados para transportar 75 proyectiles y lanzar 14 bombas de más de 13.000 kilos. Las dejó caer sobre tres instalaciones nucleares, entre ellas la de Fordow, construida bajo una montaña. Aunque Trump calificó de éxito total la operación, ayer no estaba claro si había logrado destruir las centrifugadoras con las que Irán enriquece uranio. Las mediciones del Organismo Internacional para la Energía Atómica no detectaron un aumento de la radiación que indique una destrucción total. 

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• Aquí tenéis los mapas y las imágenes de la operación militar. 

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Irán acusó a EE UU de la peligrosa escalada y anunció represalias en “legítima defensa”. La primera reacción fue un acuerdo del Parlamento iraní para cerrar el estrecho de Ormuz, lo que puede tener graves efectos sobre la economía global, pues por allí pasa el 20% del crudo mundial. Los mercados se encuentra en máxima tensión ante los efectos que puede tener la escalada sobre el petróleo. Trump volvió a amenazarle con “ataques mucho peores” si no se rinde.

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• Netanyahu celebró que EE UU se hubiera sumado a su ofensiva contra Irán mientras la población de Israel corría a los refugios para protegerse de los misiles. El ataque ha sido decidido por EE UU sin contar para nada con Europa.

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Aquí podéis seguir la última hora del conflicto.  

Eso es lo que se pregunta Ángeles Espinosa. Más allá de la quimera de acabar con el programa nuclear iraní con bombas (lo que cuenta es los conocimientos que ha adquirido) y el espejismo de un cambio de régimen por vía aérea, nadie sabe a dónde va a llevar esta guerra. 

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• De momento el mundo galopa hacia un abismo oscuro plagado de incertidumbre. Andrea Rizzi analiza aquí los escenarios que se abren y los posibles objetivos de la represalia iraní. 

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La vía militar recién emprendida por Wa­­­­shington conduce al laberinto de la guerra sin fin, advierte nuestro editorial. En Trump quiere la guerra, EL PAÍS sostiene que la paz real no llegará si no va acompañada de justicia para los palestinos de Gaza y Cisjordania.

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• Israel siempre ha querido la guerra con Irán y por fin la tiene, pero Estados Unidos se equivoca, afirma Luz Gómez, catedrática de Estudios Árabes e Islámicos de la UAM. Nos aboca a un abismo solo porque Netanyahu lo necesita para sobrevivir políticamente. 

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• Irán ha sido bombardeado, pero no ha sido derrotado, recuerda Jesús A. Núñez Villaverde, codirector del Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria.