¡Buenos días!

‌

La respuesta de Irán al ataque de EE UU fue un lanzamiento de misiles contra la mayor base norteamericana en Oriente Próximo, situada en Qatar. Pero antes avisó tanto a Washington como a Doha, y no hubo víctimas porque los misiles fueron interceptados. Anoche, Trump anunció un acuerdo para "un alto el fuego total" entre Israel e Irán, un extremo que ninguno de los dos países confirmó. ¿Será? Con Trump, nunca se sabe. 

La voluntad de contención que mostró Teherán en su respuesta fue un alivio, porque el petróleo había llegado a bajar un 7% este lunes. En cambio, lo que llegaba de la Casa Blanca era todo caos: primero se lanza a la guerra y luego proclama la paz. Donald Trump anunció el alto el fuego entre Israel e Irán en su red social de una forma confusa y triunfalista, como siempre. Esto es lo que escribió: 

‌

• “Suponiendo que todo funcione como debería, que así será, felicito a ambos países, Israel e Irán, por su resistencia, coraje e inteligencia para poner fin a lo que debería llamarse ‘LA GUERRA DE LOS 12 DÍAS', que “podría haber durado años y haber destruido todo Oriente Próximo”. “¡Que Dios bendiga a Israel, que Dios bendiga a Irán, que Dios bendiga Oriente Próximo, que Dios bendiga a Estados Unidos de América y que Dios bendiga al mundo!“. (Su incontinencia cada vez da más miedo).

‌

Pero el ministro de Exteriores de Irán negó que hubiera ningún acuerdo con Israel. Justamente ayer el ayatolá Ali Jameneí dirigió una carta al presidente Vladímir Putin en la que pide ayuda al Kremlin para repeler los ataques, que ayer continuaron por parte de Tel Aviv. Mientras tanto, algunos expertos ponen en duda que el bombardeo de EE UU sobre Irán haya provocado la destrucción total de su capacidad nuclear. Creen que pudo poner a salvo el uranio enriquecido. Así que no se sabe muy bien dónde estamos.

‌

En todo caso, en el mismo caos y la misma confusión que reinó en las horas previas al ataque de EE UU a Irán: el presidente Trump se convenció el miércoles, jugó al golf y mintió sobre sus planes el jueves y dio la orden de atacar el viernes, mientras la facción aislacionista del movimiento MAGA trataba de disuadirlo. No os perdáis esta crónica de Iker Seisdedos. Veréis cómo se toman las decisiones en la capital del imperio. 

‌

Y tampoco este análisis de Andrea Rizzi: 

‌

• Cómo los señores del caos hunden el mundo. Trump, Putin, Netanyahu y Jameneí comparten la disposición a desestabilizar sin escrúpulos el tablero global y saltarse normas e instituciones para hacer avanzar intereses imperialistas, nacionalistas o personalistas.

La Unión Europea reconoce la gravedad de lo que ocurre en Gaza, pero no es capaz de actuar en consecuencia. Ayer, en la reunión de ministros de Exteriores evitó de nuevo castigar a Israel pese a constatar la grave vulneración de los derechos humanos. Kaja Kallas, la alta representante para la Política Exterior dijo que discutirá el documento emitido con Israel y si no mejora la situación de la población Palestina, llegará el momento de plantear otras acciones. ¿Cuánto más tiene que empeorar la situación para que llegue el momento? Solo dos países, España e Irlanda, están a favor de revisar ya el Acuerdo de Asociación con Israel.

La OTAN celebra hoy en La Haya una cumbre incierta, marcada por la exigencia de aumentar el gasto en defensa y las dudas sobre los propósitos de Trump. Como os explicábamos ayer, España ha logrado una especie de excepción ibérica: no estará obligada a alcanzar el 5% del PIB que exige EE UU siempre que cumpla los objetivos en cuanto a capacidades militares que ha comprometido con la OTAN. Pedro Sánchez ha estimado que con un 2,1% será suficiente, pero el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, discrepa:  cree que deberá llegar al 3,5%.

‌

• El rearme pone a prueba los límites del Estado de bienestar. Alcanzar el 5% del PIB en gasto militar en España significaría invertir 80.000 millones al año, lo que exigiría subir impuestos, endeudarse o recortar prestaciones sociales. Aquí tenéis nuestro editorial: Acuerdo, no imposición.