Este es el boletín de la sección de Madrid de EL PAÍS, que sale dos veces por semana. Los martes llega al buzón de los lectores. Los viernes la entrega está dedicada a propuestas culturales, llega a mediodía y la firma Héctor Llanos. Si no estás suscrito, puedes apuntarte aquí.‌

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Estamos en época de verbenas. Acaba San Cayetano y comienza San Lorenzo y luego la Virgen de la Paloma. Pero también hay muchas exposiciones en Madrid a las que probablemente no has tenido tiempo de ir durante el resto del año.

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El Museo Thyssen ha hecho historia dentro de su propia historia con una exposición más centrada en el pensamiento que en el propio arte. Terrafilia  invita a repensar la relación de la humanidad con la Tierra a través de
miradas artísticas, filosóficas y ecológicas.

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Aunque se construye a través de  cinco siglos de creación artística, esta exposición desafía el concepto museístico al colocar a la naturaleza (y no al ser humano, sus creaciones, reflexiones o acciones) como su protagonista. Imagina una nueva normalidad en la que no hay jerarquías entre seres humanos, animales, plantas.

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Terrafilia es además un asunto familiar, porque se trata de una selección de obras del Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, la Colección Carmen Thyssen y la colección de arte contemporáneo TBA21 de Francesca Thyssen. Está disponible hasta el 24 de septiembre.

Centro Centro dedica parte de su extenso espacio en el Palacio de Cibeles a Juan Navarro Baldeweg, Premio Nacional de Arquitectura 2014. Hacer y azar presenta en conjunto e interconecta sus obras no solo en ese campo, también en el de la pintura, la escultura y las instalaciones artísticas. La fisionomía humana, especialmente la de la mano, es una constante en su obra. Quizá porque siempre ha tenido presente lo próximo que están los conceptos de crear y destruir, lo que se debe estropear para dar vida a algo nuevo y, en otro plano, el continuo ciclo de consumo y gasto energético en el que vivimos.

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Es, en otras palabras, un diccionario conceptual de la obra del santanderino. La muestra gratuita puede verse en la planta 5 del majestuoso edificio hasta el 2 de noviembre.

Tal y como está Madrid de privatizado en sus espacios públicos, ¿no estaría bien que se cambiara el nombre a alguna estación de metro por el de Estación Zhivago y que la patrocinara una plataforma de streaming? Pues la verdad es que no. Pero Estación Zhivago ya lleva el nombre de una propuesta muy interesante. Hace 60 años se rodaba en Madrid un clásico del cine, Doctor Zhivago. La historia épica de David Lean (el señor de nada menos que El puente sobre el río Kwai y Lawrence de Arabia), está ambientada en la Rusia de la revolución y pasó por la antigua estación de Delicias.

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El Museo del Ferrocarril aloja hasta el 28 de octubre una exposición con fotografías en gran formato, algunas de ellas inéditas, que se hicieron durante la filmación de la película en la estación y en otras localizaciones, como el madrileño barrio de Canillas o la estación de Soria. También se encuentra la correspondencia del escritor Miguel Delibes con la productora Metro-Goldwyn-Mayer, para la que trabajó como supervisor de la adaptación al castellano de los diálogos de la película. Y el día 11 de septiembre habrá allí una proyección especial de la película. Si me acuerdo de recordároslo, os lo recordaré dentro de un mes.